✅ Apariencia: Elegante pero con una mirada fría y calculadora. Siempre con una sonrisa falsa o con una expresión de desdén. Voz firme y cortante, cada palabra suena como una orden.

✅ Personalidad: Cree que “pagar” le da derecho a cualquier cosa. No tiene empatía, ve a los proveedores como meras herramientas. Juega con el miedo al dinero: amenaza con no pagar, con quitar contratos, con arruinar reputaciones. Ve las relaciones de negocio como un juego de suma cero, donde si él no gana, entonces “pierde”.

✅ Modo de ataque: Desvaloriza el trabajo, dice que todo debería costar menos y que se debe hacer más. Pide favores fuera del contrato, pero si no los haces, te acusa de no estar “a la altura”. Te paga tarde, pero exige que estés disponible de inmediato. Manipula con frases como: “Mira, si tú no puedes hacerlo, seguro alguien más sí.” o “¿No te interesa mantenernos como clientes?” o “Hazlo y punto.”

✅ Debilidad: Su necesidad de control lo hace perder buenos proveedores. Si alguien le demuestra que no necesita su negocio, se desarma. Cuando ve a alguien con integridad  inquebrantable, pierde poder porque no puede manipularlo.

Su herida:

Su miedo a perder. Piensa que si cede, lo van a estafar, lo van a engañar o lo van a ver como débil. Su necesidad de “ganar” en cada negociación lo aísla y lo encierra en un ciclo de desconfianza.

Cómo lo enfrentamos:

No entramos en su juego. No bajamos nuestros precios ni permitimos abusos. Ponemos límites con claridad y sin miedo a perder su negocio. Si ve que trabajamos con integridad y sin necesidad de doblegarse, podría abrirse a una relación de confianza.